Comecemos pelos números:

KENTUCKY     67   x   59     KANSAS

23/56                      2                22/62

6/14                        3                 5/11

15/21                     LL              10/15

43                           R                  35

11                            E                    9

Números que deixam a grande maioria de nossos técnicos, comentaristas e jornalistas de cabelos em pé. Onde já se viu um time ser campeão arremessando somente 14 bolinhas de três? Inadmissível. E pior ainda, Kansas arremessando 11 bolinhas? Mereceu perder…

Aliás, um dos comentaristas passou o jogo inteiro “pedindo”as ditas cujas, como numa prece. Somente não viram, acredito que sequer notaram, que ambas as equipes jogaram no 2 em 2, seguros, pensados e acima de tudo preciso jogo de aproximação, onde os erros diminuem substancialmente se comparados às famigeradas “bolinhas”, não tão livres assim pela intensa defesa exterior, por todo o tempo necessário, mesmo que no limite dos 35seg. permitidos pelo basquete de formação americano, fator que eleva em alta escala o aprendizado defensivo, marca registrada de um basquete compromissado pela defesa, sendo inclusive, permanentemente cobrado pelas torcidas de ambas as equipes.

Foram 118 tentativas de dois pontos, com 45 acertos (38,1%), contra 11/25 (44%) nas de três pontos, tentativas estas somente concretizadas pelos especialistas das duas equipes, e somente eles, sem arroubos ou aventuras fúteis, concentrando todos os esforços no jogo interior, onde os grandes e talentosos jogadores de ambas as equipes estabeleceram um duelo de alta categoria, onde a velocidade, agilidade e flexibilidade das ações, em tudo e por tudo contrastavam com o basquete jogado até bem pouco tempo pelos cincões vitaminados, natural ou artificialmente, tendência que os americanos começaram a abandonar desde a ascendência do Coach K nas seleções nacionais de seu país.

Mas que tipo de jogo interior desenvolveu Kentucky, senão aquele baseado em três homens bem altos e velozes, alas pivôs autênticos, deslocando-se ininterruptamente próximos à cesta, e alimentados por dois armadores de qualidade, numa avalanche de jogadas muitas vezes concluídas praticamente dentro do aro da cesta, e cujo poder defensivo, exatamente fundamentado na destreza atlética e de alta velocidade, complementavam um sistema de jogo audacioso e inovador, a tal ponto, que num determinado momento do jogo um dos comentaristas sugeria que o Anthony Davis precisaria “perder uns quilinhos” para emplacar na NBA, numa afirmação totalmente antagônica a seu posicionamento anterior, quando defendia os cincões pesadoe e intimidadores, hoje figuras anacrônicas quando em confronto com a velocidade e a destreza desses jovens gigantes.

Kansas jogou com um pivozão também rápido, mas sozinho contra a trinca do Kentucky, num confronto desigual e estafante. Mesmo assim, sua equipe lutou com bravura, mas não conseguiu equilibrar a desvantagem posicional, praticamente durante todo o jogo.

Mas Paulo, 38,1% de acerto nos arremessos de dois pontos não é uma marca das melhores, não acha?  Num basquete como o nosso, onde a liberdade nos arremessos chega a ser redundante, concordo, mas ante sistemas defensivos de tal intensidade empregados por ambas as equipes, torna-se um número compreensível, afinal, ninguém ali “pagava para ver”…

Que jogos como este, pertencente a uma das maiores ligas do planeta, onde um público fiel participa de todas as etapas que a fazem responsável pela permanente renovação do seu basquete, sirva de inspiração a todos aqueles que ainda, teimosa e corajosamente, lutam pelo soerguimento do grande jogo em nosso enorme, injusto e desigual país.

Amém.

Algumas oportunas notas/fotos:

Foto 1- Foi um tsunami de novas posturas técnico táticas que varreram o Astrodome em New Orleans.

Fotos 2 e 3 – Claro posicionamento dos homens altos de Kentucky dentro do perímetro,

Foto 4 – O técnico John Calipari, que ao dirigir a seleção da República Dominicana no Pré Olímpico de Mar del Plata, declarou que seu aprendizado no mundo FIBA não tinha preço, e que muitos princípios de ataque e de defesa lá observados, seriam de grande importância para o seu futuro como técnico de basquetebol, o que provou agora na direção de Kentucky.

Clique nas fotos para ampliá-las.

Fotos – Divulgação NCAA.

Enviado pelo Prof.Pedro Rodrigues de Brasilia, um excelente artigo do Técnico portoriquenho

Victor Ojeda, sobre a constituição de equipes nacionais. Vale a leitura.

PROYECTO EQUIPOS NACIONALES”

Los Equipos Nacionales representativos de un país no nacen, ni se hacen de un día para otro.

Esto surge a través de una estructura y una organización bien planificada y diseñada por un personal competente y de experiencia.

Cada Federación Nacional tiene la responsabilidad de establecer una estructura que le ofrezca visión, control y dirección al programa de  los Equipos Nacionales.

Tener una organización del  cual todos debamos sentir orgullo es una prioridad para fomentar equipos que sean nuestra máxima representación nacional en competencias nacionales.

El programa de los Equipos Nacionales debe ser establecido y desarrollado utilizando las experiencias vividas en las pasadas décadas y competencias internacionales como recursos para fortalecer el desarrollo del  mismo. La historia debe estar ahí para que no se repitan los errores del pasado y para que podamos aprender de ellos.

El objetivo es poder seleccionar un grupo de jugadores que nos represente en competencias internacionales sobre los más altos valores éticos y principios competitivos.

Todo este proceso, guiado bajo una filosofía y metas dirigidas por un cuerpo de hombres  profesionales comprometidos a fortalecer la programación competitiva internacional para ganar y ser ejemplo  dentro y fuera de la cancha.
Se debe entender que es posible desarrollar una gran estructura de alto nivel en conocimiento de sus limitaciones y fortalezas. Pero es necesario reconocer que sin una estructura, sin recursos humanos, económicos y sin los administradores competentes se  haría muy difícil transformar el deseo de ver un baloncesto moderno de corte profesional en cualquier país.

Entrar en la planificación y adiestramiento del  baloncesto moderno implica grandes cambios estructurales, con todas sus implicaciones físicas, mentales y administrativas para construir   equipos nacionales con verdaderos expertos en la materia.

Los Equipos Nacionales deben  funcionar como una unidad de negocio, con varios departamentos que se enfoquen en los diferentes aspectos específicos del Programa de los Equipos Nacionales.

La responsabilidad de cada  Federación Nacional es proporcionar un plan de desarrollo para seleccionar y darle  la dirección un grupo de jugadores prometedores, para invertir en su juego y habilidades competitivas para desarrollarlo en un jugador de primera.

La atención al desarrollo es parte esencial del  programa.

Introducir un proceso sistemático, de seguimiento y programado que lleve al descubrimiento y fortalecimiento de las habilidades físicas y técnico-tácticas de los jugadores talentosos en  servicios de los equipos nacionales, debe ser una prioridad en este proceso de evolución.

Es importante señalar y establecer un listado de requisitos o criterios para seleccionar a futuros jugadores a ser parte de los Equipos Nacionales. Desde el  principio, el foco principal debe ser la selección del equipo y el trabajo en equipo.

En cuantos a los jugadores, en el baloncesto moderno no solo se tiene los requisitos estrictos para su formación de los equipos nacionales, inclusive características y habilidades físicas, pero  también requisitos del desempeño técnico con respecto a la personalidad de los jugadores, el  status de su salud, la posición  social, así como el conocimiento psicológico y los aspectos éticos del ser humano.

El Entrenador Nacional

El entrenador  nacional es la persona clave en el desarrollo del  plan de equipos nacionales.

Es un ejemplo a seguir por sus conocimientos y credibilidad personal. Debe  jugar el papel de guía, organizador, planificador y coordinador  del  equipo.

El entrenador, con la ayuda de sus asistentes expertos, necesita hacer la selección final y las decisiones finales del equipo, pues él  conoce sus necesidades. Esto significa que para lograr los resultados  positivos, un entrenador  exitoso debe tener la calidad de un director comercial exitoso.

Debe rodearse de buenos asistentes y competentes, que deben ser leales, creer en su filosofía, trabajadores, comprometidos y que conozcan el juego. Su meta debe ser desarrollar un programa que tenga continuidad en su filosofía y unos estilos de juego que provean metas desarrolladas  para todo el programa de equipos nacionales.

Además, deben desarrollar un sentido de trabajo en equipo, enfatizar que los jugadores necesitan  ser ejemplo en los dos lados, dentro y fuera de la cancha.

Deben saber que vestir la camiseta de su país es defender y respetar la institución del baloncesto a través de sus ejemplos.

Disciplina y las Reglas

El entrenador del  Equipo Nacional debe anticipar y planear sus acciones en caso de que problemas ocurran con jugadores individuales y grupos dentro y fuera del  equipo.

En su deber está establecer una serie de normas disciplinarias para lograr canalizar una buena actitud y un comportamiento adecuado hacia el logro de buenos resultados.

Debe  haber  reglas que sirvan de base y esqueleto del  equipo.

El Entrenador del Equipo  Nacional debe ser firme, justo y consistente.

Su deber es establecer las reglas desde el  primer día  de práctica.

La práctica debe servir para establecer su visión, metas y estrategias a seguir, acompañada de su  filosofía técnica a seguir. El  entrenador debe planear para ganar, mientras asegura el  mejoramiento máximo de los jugadores más prometedores y la calidad del desarrollo del  equipo.

El entrenador debe tener  su propia filosofía de entrenador, que representa las ideas del  entrenador de cómo jugar baloncesto, basado en  los principios del  deporte.

Desde el primer día, los esfuerzos del entrenador deben estár enfocados en los siguientes  logros:

– Los planes a largo  plazo para que los jugadores prometedores alcancen su nivel máximo  de responsabilidad en la preparación física y mental del equipo y de los jugadores individuales.

– El  conocimiento del experto y su preparación para la enseñanza diaria.

– La motivación de los jugadores para el partido.

– Plan  de juego y estrategia

– Evaluación y recomendaciones.
No debe haber espacio para la improvisación, ni tampoco espacio para el desconocimiento en la implementación del Proyecto de los Equipos Nacionales.

Todo se planifica y se estructura con responsabilidad profesional para ser un  ejemplo a esa sociedad que les respalda.

Sobre el autor:

Uno de los entrenadores de mayor trascendencia tanto en el baloncesto puertorriqueño como a nivel internacional, propulsor de un nuevo baloncesto y la voz de los entrenadores de América ante la plana mayor del baloncesto mundial, el Sr. Víctor “Vitito” Ojeda fue entrenador del Equipo Nacional de Puerto Rico en el 1978 y posee uno de los porcientos de victorias más alto en la historia del baloncesto puertorriqueño.

E mais uma semana recheada de basquete limítrofe, acima e abaixo do que deve ser esperado do grande jogo.

Acima, o previsto Final Four com aquelas equipes magistralmente postadas dentro do perímetro em seus ataques, e com defesas sólidas e incansáveis ante 35seg. de posse de bola de cada ataque sofrido em todo o transcurso dos jogos, numa lição que, obrigatoriamente, deveríamos implantar em nossas divisões formativas, onde o posicionamento defensivo, árduo e insistente, prepara os jogadores para os embates adultos quando os 24seg. fizerem parte de suas realidades.

Nesta segunda feira teremos o privilégio de assistir a grande final, entre Kentucky e Kansas, com alguns dos pré draftados para a NBA, dois sistemas voltados ao interior do perímetro, arremessos comedidos dos três pontos, realizados por quem realmente os dominam, e uma aula de defesa, seja de que tipo optarem, pois todas elas se referendam nos sólidos e exaustivos fundamentos  que fizeram, fazem, e sempre farão parte do dia a dia de suas existências como jogadores de elite que são.

Na média, já que sedimentada na mesmice endêmica do sistema único, que ao final da classificação aos playoffs, propicia pela enfática repetição o “equilíbrio” apregoado pela imprensa especializada, nosso NBB alcança aquele estágio, onde um mínimo de engenharia reversa propiciaria,  através aqueles mais atentos e inteligentes defensores, as retomadas antecipativas de bolas, exatamente por conhecerem com sobras os trajetos que as mesmas tomarão, que são os mesmos que se utilizam quando atacantes, numa forma padronizada e formatada pelos estrategistas que os orientam nesse previsível sistema de jogo, já que comum a todas as equipes intervenientes no campeonato.

No jogo entre São José e Paulistano, essa tendência ao “equilíbrio” ficou patente, exatamente quando a equipe sanjoanense adaptou seu modo de defender e pressionar a bola nos dois quartos finais, antecipando-se às jogadas óbvias de seu opositor, cujo técnico aos brados de “antecipa, antecipa”, tentava equilibrar as ações, e obrigando-o a um jogo externo inócuo e escandalosamente previsível, fator este que a levou a vitoria inquestionável.

Mais e maiores exemplos advindos desse “equilíbrio” festeiramente divulgado pelos analistas, se farão presentes nos playoffs, pois mudar a forma de jogar em absoluto passa pela cabeça daqueles que, se pudessem, se soubessem, e se quisessem, mudariam de uma vez por todas a mesmice endêmica que nos esmaga e minimiza, principalmente quando em embates internacionais, e os argentinos sabem muito bem do que falamos.

Abaixo, a constatação em Cancun do que vem a ser jogar dentro do rígido padrão do 1 ao 5, onde narradores, comentaristas, técnicos e jogadores se irmanam na jornada do “todos por um pensamento”, onde enterradas e hemorragias de três alcançam o patamar de uma autofagia suicida e acima de tudo indesculpável a um basquete que se pretende nivelar ao âmbito internacional.

E mais abaixo ainda, a triste constatação de equipes que alcançam duas ou uma única vitória numa competição profissional de 28 jogos, numa demonstração tácita de ausência do  mais absoluto preparo técnico tático mínimo, para um campeonato do nível que ambiciona soerguer o grande jogo em nosso país

Foi uma semana de intensas contradições, principalmente pelo fato inquestionável do quanto teimamos em não produzir algo de diferente, inusitado, corajoso, inovador.

Amém.

Fotos, Divulgação LNB, NCAA, Globo com. Clique nas mesmas para ampliá-las.

A 5:30min. do final do jogo, com o placar em 72 x 54 para os argentinos, num tempo pedido, o técnico do Pinheiros, ajoelhado de frente para seus jogadores, assim falou: “Vocês estão jogando como no rachão pela manhã…”, tendo atrás de si um assistente contraído pela vontade (in)contida de falar algo, mas não o fez…

Melhor retrato do que esse, impossível, pois, coerentemente a equipe estava atuando em conformidade com o ocorrido pela manhã, ou seja, exercia um treinado rachão, onde defender o perímetro externo era deixado de lado, pois a cada tentativa de três do adversário era respondida com outra bolinha de três (foram 8/20 para cada equipe), onde até nos lances livres a produtividade empatava (7/13 para os argentinos, 9/15 para os paulistas), equilibravam razoavelmente nos rebotes (32 portenhos, 28 paulistanos) e nos erros (11 e 9 respectivamente), até que a gritante diferença se fez presente naquele tipo de ação onde rachão nenhum resolve, e sim exaustivos meia quadra, o jogo interno, o de 2 em 2 pontos  que o mesmo técnico sugeriu timidamente num outro tempo pedido, e que os argentinos impuseram num 18/26 contra os 9/29 de uma equipe incapaz de coletivamente concretizar.

Sem dúvida alguma, e mesmo que ambas as equipes, assim como todas as outras que participaram do Interligas, se utilizassem desbragadamente do sistema único, a maior qualidade das equipes argentinas nos fundamentos do jogo, ofensivamente primorosos dentro das limitações do sistema, e razoáveis defensivamente, talvez pela precariedade brasileira nos mesmos, mais uma vez se fez presente no resultado justo e coerente da competição.

Mas algo de repetitiva e entediante constatação foi o fato primário de ausência de marcação dos pivôs pela frente pelas equipes brasileiras, que se exercida com presteza e dedicação, anularia as freqüentes entradas e conseqüentes saídas de bola no perímetro interno, fator alimentador dos arremessos livres e equilibrados de três pontos, exercidos pela maioria das equipes intervenientes, numa prova cabal de contundente omissão nesse pormenor da maior importância na arte de defender, ou, quem sabe, desconhecimento constrangedor desse básico e nunca utilizado, sequer sugerido, item defensivo.

No mais, fica pairando no ar umas questões nunca respondidas – Por que “pagam tanto para ver” se as bolinhas caem, ou não? Por que motivos omitem e negam a capacidade de jogo de nossos pivôs? Por que razões ainda professamos o “vamos lá, galera!”…

Amém.

Fotos-Divulgação LNB. Clique nas mesmas para ampliá-las.

Mais uma semana de basquetebol com grandes jogos, muita emoção e ponderáveis equivocos.

Na NCAA, como estava mais do que previsto, somente aquelas equipes que privilegiaram o jogo interno, após um tsunami de arremessos de três jamais visto num torneio daquela magnitude, onde o equilíbrio entre ações dentro e fora do perímetro delineou os reais e mais lógicos finalistas, Lousville, Ohio State, Kentucky e Kansas, determinando novos rumos preconizados pelo Coach K, que infelizmente não conseguiu ir em frente com a sua Duke, mas que pode aquilatar o quanto de respeito às suas idéias, postas a prova no último Mundial, obtiveram respaldo em algumas das grandes equipes participantes, entre as quais as quatro finalistas. Vimos tornar-se realidade o fim da era dos mastodontes, dando lugar a pivôs muito rápidos, ágeis, inclusive nos dribles e nas fintas, e participantes ativos dos sistemas de jogo próximos às cestas, assim como armadores (sempre em duplas) já começarem a romper a barreira dos 2m de altura, e onde alas e pivôs trabalham em conjunto, como se fossem iguais em suas funções, amparados e lastreados em sólidos conhecimentos dos fundamentos do jogo.

Enquanto isso, em plagas argentinas, nossos representantes continuaram a teimar nas bolinhas (o Paulistano contra o Obras Sanitárias arremessou 7/28 de três pontos com 25%, e o Obras 10/15 com 67%), como que afirmando “ser assim que se joga o grande jogo”, e não é… E o Bauru, deixa de treinar, para receber uma aula teórica do técnico do Peñarol, Sérgio Hernandez, pois segundo seu técnico “Uma reunião dessa representa uma dinâmica diferente para a nossa equipe. Um técnico olímpico como o Sérgio (Hernandez) falando para nossos jogadores ajuda muito nessa idéia nossa de agregar mais valores e experiência para todos. Uma dinâmica dessa vale muito mais do que ir para quadra arremessar”. Sei não, deixar de treinar dentro de um torneio de tal importância, para ouvir o técnico adversário, ainda mais com uma equipe seriamente desfalcada, teria sido a melhor medida?

No planalto central, com direito a um público de 14000 espectadores, a equipe do Flamengo sem o Marcelo machucado, perdeu para o Brasília por 93 x 74, num jogo em que mesmo sem o seu especialista de três, arremessou um estonteante 7/27 … de três, em vez de explorar seus bons pivôs, Caio, Kammerichs e Átila, numa clara opção pelo jogo externo com Duda (3/9), Jackson (1/6), Helio (1/6), Fred (1/3) e Hayes (1/3), bombando de fora, e o pior, não defendendo os 10/26 de três dos candangos. Enfim, uma orgia de 53 bolinhas para 17 acertos! Realmente um absurdo, e à margem de um Olimpíada daqui a 3 meses.

Finalmente, assistimos uma verdadeira epopéia patrocinada pelas organizações O Globo no lançamento definitivo do MMA no país que pretende ser olímpico, numa prova inconteste de que a máxima do Anderson Silva que sonha em ser o referencial dos jovens brasileiros vai a cada dia se tornando realidade…

Pobre e infeliz país com lideranças desse quilate. Mais adiante escreverei mais a respeito, pois me sinto enojado agora só em pensar no assunto.

Mas quem sabe, dias melhores virão…

Amém.

Fotos – Divulgação NCAA, LNB. Clique nas mesmas para ampliá-las.

Foi uma semana desgastante, com uma tonelagem de jogos, na maioria das vezes decepcionantes. Mas antes de falar um pouco dos mesmos, algo tem de ser dito sobre a nossa irrefreável tendência (?) de transformarmos noviços em cardeais da noite para o dia, colocando-os na restrita faixa da genialidade, senão vejamos essa declaração:

(…)“Para mim isso é um motivo de muito orgulho e muita responsabilidade. Apesar da minha idade, me considero um técnico preparado para assumir o cargo porque só trabalhei com bons técnicos no Paulistano e nas seleções que estive. O Paulistano me deu todas as condições de fazer cursos, clínicas e me preparar para esse momento. Isso tudo é fruto de um trabalho”, disse o técnico ao site da CBB(…)

Como vemos, sua escolha ao cargo máximo que um técnico pode almejar, não foi o resultado de anos e anos de prática e reconhecimento majoritário nas mais diversas divisões, e sim pelos argumentos que ele próprio menciona na declaração acima, e o mais emblemático, indicado pelo técnico Magnano e pelo diretor técnico Vanderlei, onde um, estrangeiro contratado para dirigir a seleção olímpica, e outro, recente ex-jogador, numa função que revelou estar lá para aprender (declaração feita em sua posse no cargo), definem e decidem o quem é quem no basquete brasileiro, ante a passividade e silêncio dos demais técnicos , enclausurados em suas zonas de conforto e descompromissados do associativismo básico e fundamental para o soerguimento do grande jogo no país, posicionamento chave, se assumido, e bem ao contrário dos técnicos do país que nos tomou a dianteira  e primazia na America do Sul, onde, em hipótese alguma, um técnico brasileiro poderia agir como o campeão olímpico o faz em terras tupiniquins.

Somente espero que a tendência convergente da equipe que dirige no NBB4( no recente jogo contra Bauru, entre outros tantos, o Paulistano cometeu um 17/26 nos arremessos de dois pontos, e 13/33 nos de três…), não seja transposta à seleção, no que seria mais um capítulo da tragicomédia em que vem sendo transformado o basquete nacional.

E para deixar muitos de nossos técnicos de água na boca, alguns inclusive se sentindo redimidos de seus “conceitos” de jogo, assistimos incrédulos o maior (já que compresso num mata-mata devastador) desfile de bolinhas de três visto e assistido em cadeias nacionais dos irmãos do norte, pela maioria esmagadora das 64 equipes intervenientes no célebre March Madnesss da NCAA. No entanto, classificaram-se para as quartas de finais, o Sweet Sixteen, aquelas equipes que jogaram preferencialmente dentro do perímetro interno, com um, dois e até três homens transitando velozmente junto às cestas, provando de forma definitiva que bolinhas de três, midiáticas, empolgantes e endeusadas, não levam as verdadeiras equipes às finais, pois ainda veremos no Final Four aquelas que salomonicamente transitarão entre o jogo externo e interno, e que de uma forma geral, se aplicarão defensivamente, fora do perímetro. À partir de quinta feira aferiremos a veracidade desse posicionamento.

Finalmente, num jogo que nos foi privado após alguns minutos de iniciado, entre as equipes de Uberlândia e Flamengo, por um de tênis, onde dois estrangeiros se pulverizavam a golpes de tacape, bem a gosto de quem não ama jogos coletivos, mas adora a “gemeção orgástica” de alguns e muitas jogadoras, num desrespeito acintoso e desleal a muitos e muitos pagantes de um canal a cabo, que de forma alguma poderia agir como agiu pelo fato de ter chovido em Indian Wells, e somente retomando o basquete nos minutos finais de uma prorrogação, na qual, e por mais uma vez, ante uma diferença contra de dois pontos, preferiu o jogador Collun de Uberlândia afetuar dois dos três arremessos sucessivos e finais dos três pontos, quando havia tempo suficiente para uma escolha junto à cesta, através uma penetração sua, ou um passe a seus pivôs, levando o jogo para uma segunda prorrogação. Mas não, a “filosofia” implantada que contradiz a conceituação científica e matemática de que arremessos de dois são mais precisos que os de três, tem de ser prioritária junto a um basquete aventureiro e descompromissado com a precisão e a técnica.

Nada pude ver sobre a Liga América porque não tenho a Fox Sports, assim como a Liga Feminina, que desisti por enquanto para não me estressar de raiva.

Mas lá no fundo, ainda guardo uns rasgos de esperanças em dias melhores para o grande jogo, não só entre eles, mas entre elas também…

Amém.

Fotos-Sites UOL, NCAA, CBB. Clique nas mesmas para ampliá-las.

Aleluia, convergiram de novo, um repeteco do Brasília, uma relusente entrada do Paulistano.

E sem maiores delongas, vamos aos instigantes números:

Brasília – 19/31 nos arremessos de dois pontos.

15/30 nos de três pontos.

Paulistano – 9/26 nos de dois.

9/31 nos de três.

Para um placar de 97 x 63 para Brasília, depreende-se que para um total de 57 arremessos de dois e 62 de três, a magnanimidade das defesas somente encontraram resposta por parte de Brasília, já que para um total de 57 tentativas, independendo se de dois ou três pontos, a pontaria e precisão do Paulistano só vingou em 18 ocasiões, que convenhamos, é constrangedor ante tanta permissividade defensiva candanga.

É preocupante? Se é, e muito, pois destas duas equipes ponteiras da Liga, com certeza sairão muitos dos convocados para Londres, principalmente quando se esmeram na antítese do que propôs o Magnano em Mar del Plata, uma defesa sólida e confiável.

Brincadeirinha, ou um claro recado de como se vêem atuando pela seleção olímpica, nos braços das “bolinhas” milagrosas?

Temo que mais venha por aí, superando a perigosa convergência, transformando o jogo num infantil e despreocupado Pinball, onde cada lançamento independerá de como será contestado, não só pela passividade defensiva, como a total ausência de vontade em exercê-la, pois se as “bolinhas” estão caindo aqui, talvez não caiam acolá, numa estúpida gangorra, movida pela “sorte” e pela irresponsabilidade, que não é adolescente.

Se os títulos argentinos foram o produto de uma concepção de entrega ofensiva e defensiva desde as divisões de base, da qual o Magnano estruturou a grande seleção, não acredito que o consiga aqui, desprovido que está, e cada vez mais afastado daquela concepção vencedora, e frente a essa maldita realidade do chutar e deixar chutar, a do absurdo reinado das bolinhas.

Podemos reverter tal situação? Se técnicos e jogadores quiserem, talvez um pouco, se não, chance nenhuma, a não ser que o vírus que aqui grassa seja inoculado nos nossos adversários. No entanto, devemos ter sempre em mente que a história do grande jogo entre eles os tornaram vacinados ao mesmo, logo…

Amém.

Foto – Divulgação LNB. Clique na mesma para ampliá-la.o reino das

Eis um mistério insondável, o de que uma defesa por zona só pode ser rompida por arremessos de fora, e para isso, “tome bolinha, bolinha e mais bolinha”…

Não sei em que vetusto alfarrábio, ou mesmo no mais recente livro técnico de basquete que afirme tal absurdo, a não ser aquelas “filosofias de jogo” que abundam à granel no basquete tupiniquim.

Assistir o líder do campeonato atacar nos quartos finais uma zona chinfrim, trocando passes em câmera lenta, encerando a bola em rompantes de “bravura indômita” com seus pivôs longe da cesta, eles mesmos tentando longos arremessos, foi risível, pois o jogo se transformou num “pimba a bolinha, rebote defensivo…e contra ataque”. Fim de jogo.

Por que não testar a defesa zonal em seu âmago, bem lá dentro, arremessando de dois em dois pontos nos espaços entre as linhas de  2 e 3 da defesa (suprema desmoralização se conseguido), indo ao fundo pelas laterais, criando uma supremacia territorial de 2 x 1, e também de dois em dois pontos otimizar cada ataque, em vez de desperdiçá-los num 8/26 de três pontos? Afinal, jogaram fora 18 ataques de três, quando se vingassem a metade dos erros com 9 arremessos de dois, poderiam até ter vencido um jogo que perderam por 11 pontos! Simples conta aritmética, sem Parsons ou desvios padrões.

Por que não fazem, por que situam os arremessos de três como a meta a ser atingida? Ora Paulo, as defesas “pagam para ver”, e os trouxas ainda caem nessa burla centenária ( o basquete vem do século dezenove…), e o pior, NÃO APRENDEM…

Do lado candango, fora os devastadores e consentidos contra ataques, um 10/27 de bolinhas também foi perpetrado, ou não? Bem, segundo um de seus jogadores “as bolas estavam caindo, logo”…

Lamentável, porém inquestionável raciocínio, pois quem sabe, nos playoffs os “deuses das bolinhas” sorrirão para o outro lado? O chato e preocupante nessa pândega toda, é que teremos uma Olimpíada em junho, e pelo andar da carruagem, as “bolinhas” manterão seu domínio…Com a palavra o bom argentino.

No tempo – No Bala na Cesta sobre os 100 pontos do Wilt Chamberlain, que hoje comemoram os 50 anos, entrevistando o autor do livro biográfico do grande jogador, Gary Pomerantz, o jornalista Fabio Balassiano fez a ele a seguinte pergunta:

(…)BNC: Entre Wilt, Russell, Abdul-Jabbar e Shaquille O`Neal, quem você escolheria para o seu time? Uma vez, Oscar Robertson disse que Wilt era o maior de todos os tempos…
GP: Meu time? Eu contrataria Kareem, Wilt e Shaq, e colocaria Michael Jordan e Magic Johnson na armação. Shaq no centro do garrafão, Kareem e Wilt dos lados e nenhuma equipe conseguiria um rebote sequer. Imagine um time com Jordan e Magic ao mesmo tempo… Até Eddie Gottlieb pagaria para ver este time.(…)

Engraçado, dois armadores e três pivôs, sendo dois deles extremamente ágeis…

Sei não, mas creio que tenho alguma razão.

Amém.

Foto – Divulgação LNB. Clique na mesma para ampliá-la.

Já são dez dias de apreensão e muito desconforto, provocado por um calculo renal que resolveu brincar carnaval no meu rim esquerdo, o que posso garantir anular qualquer tentativa de escrever algo sobre…qualquer coisa, muito menos sobre o basquete que assisti nesse período.

E o que assisti, mesmo que estivesse pleno de saúde, me preocupou sobremaneira, pois algo que publiquei meses atrás sobre convergência ofensiva, mais do que nunca ressurge em pleno no NBB, como um vírus, ou um calculo doloroso às vésperas de nossa tão esperada participação olímpica, no âmago de importantes equipes, como num contraponto à mensagem coletivista e seletiva do Magnano em sua excelente direção no pré olímpico.

Num jogo entre Uberlândia e Liga Sorocabana, algo inédito aconteceu, pois ambos convergiram de forma absoluta, numa participação tão absurda, que mesmo perante somente os números, um alerta soou, ante algo muito longe de ser considerado um jogo de uma liga superior. Uberlândia arremessou 13/31 (22%) de dois pontos, e 11/31 (35%) de três, enquanto A Liga Sorocabana arremessou 7/22 (32%) de dois e 11/32 (34%) de três, bem acima de uma convergência, perpetrando ambas as equipes um jogo de 63 arremessos de três e 53 de dois, determinando a falência, ou mesmo, o consentimento explícito pela inexistência defensiva, ou seja, que vença quem faturar a última…

Mais adiante, Limeira e Brasília repetiram o feito. Vejamos: Limeira arremessou 13/25 de dois pontos e 11/26 de três, ao passo que Brasília arremessou 18/28 e 9/30 respectivamente.

O Tijuca em seu jogo contra  Joinville arremessou 20/32 de dois e 10/29 de três, dando continuidade à nova tendência convergente. Finalmente, São José vence o Flamengo com 15/27 de dois e 11/27 de três.

A grande questão se restringe a um inegável aspecto, o da solene negação à defesa fora do perímetro, como num acordo inter pares, originando, pelas enormes facilidades espaciais, a orgia hemorrágica dos arremessos de três, as inefáveis “bolinhas”, tendência esta que vem se robustecendo a longos anos, e o pior, desde as divisões de base.

Muito do trabalho do Magnano foi calcado num sistema defensivo forte e enérgico, tanto dentro como fora do perímetro, aspecto este que embasou seu sistema de ataque, vide o sucesso pela classificação para Londres.

No entanto, com a ampliação tendenciosa dos longos, imprecisos, aventureiros, e muitas vezes, irresponsáveis arremessos de três, frutos da generalizada inércia defensiva, principalmente nas equipes de ponta da Liga, muito do trabalho do argentino estará comprometido, pois da mesma é que emergirão os jogadores que, juntos aos que atuam fora do país, constituirão a seleção olímpica, ainda mais se forem confirmadas as usuais e mais do que conhecidas deserções, além  das eventuais contusões motivadas pelas exaustivas competições a que são submetidos todos aqueles jogadores.

Sem dúvida alguma, o exemplo dado e emanado da seleção em Mar del Plata deveria ter encontrado eco em nossos técnicos, basicamente no aspecto defensivo, fator este, que se levado à sério, limitaria em muito a feérica farra de “bolinhas”que estamos assistindo progressivamente a cada rodada do NBB4, numa convergência galopante e absurda.

Trata-se de algo determinante, pois a seleção deveria refletir em todo seu potencial ofensivo e defensivo, os resultados alcançados pelas equipes da Liga, fatores estes que solidificariam os sistemas de jogo propostos pelo Magnano, ao invés de fazê-lo recomeçar de onde parou após a classificação, numa patética e constrangedora prova de pouco, ou nenhum apreço ao que incutiu na seleção naquele detalhe fundamental de uma grande equipe, a vontade de defender, a vontade de contestar arremessos, das distâncias que forem, não só na seleção, mas, e principalmente, em suas equipes, acenando aos jovens o como defender, base sustentável dos sistemas ofensivos.

E uma pergunta permanece – Até quando o reinado impune das “bolinhas” permanecerá? Até quando meus deuses?

Amém.

Nota- Jogo LSB x Uberlândia- Foto de Fabiano Rodrigues(Globoesporte.com)

Recebi do Professor Pedro Rodrigues de Brasília esse magnífico artigo, que se encaixa com perfeição no atual momento do basquete brasileiro, principalmente na formação de base, e por que não, no de elite também. Leiam e aproveitem.

“La actitud positiva del entrenador y sus resultados”

jueves, 16 de febrero 2012

“el crecimiento profesional del entrenador es como una inversión; no es cuestión de oportunidad sino de tiempo” Luis Lorenzo

En el baloncesto es un hecho real que los jugadores cometen errores constantemente, por tal motivo los entrenadores deben tener bien  claro que esa acción seguirá ocurriendo en futuros partidos.

Ante esta situación el entrenador debe tener muy  claro  que es lo  que puede  esperar de sus jugadores y no exigirle más, asumiendo que se producirán múltiples errores que serán lógicos.

Muchos entrenadores de jugadores jóvenes pierden la perspectiva correcta  y el  autocontrol  que deben  tener  en  los juegos, cuando  sus jugadores  cometen  errores.

Olvidan que los mismos son  parte del  juego.

El entrenador debe concentrarse en los aspectos del juego para ayudar a sus jugadores, en lugar de gritarles y ponerle presión con  comentarios inútiles  que aumentan  la  inseguridad  y hacen el  que  el juego  sea una experiencia negativa para el jugador, más aún cuando se trata de un niño.

Muchos jugadores jóvenes comienzan jugando baloncesto con mucha ilusión, y dejan de tenerla, en muchos casos, abandonan el baloncesto, porque los partidos se convierten en una experiencia negativa por la presión de los entrenadores.

La conducta del entrenador es un elemento fundamental para evitar este problema  y lograr  que los juegos sean una experiencia positiva para todas las partes envueltas.

Por tanto el entrenador debe establecer metas realistas para el juego   y ser conscientes que algunos aspectos del juego no saldrán como al entrenador le gustaría.

Así, el  entrenador  debe  estar preparado para aceptar los errores de sus jugadores y seguir dirigiendo el juego sin que le afecten  emocionalmente.

Además, debe estar preparado para aprovechar  la experiencia  del  juego  pase lo que pase, de manera  constructiva.

Los entrenadores deben recordar que el partido no es el lugar  apropiado para corregir los errores graves, eso se debe hacer en las  prácticas y por tanto, no es útil que el entrenador pierda energía en  esta acción.

El entrenador debe concentrarse en las acciones positivas  de los jugadores reforzándolas para que se repitan, y limitarse  a corregir pequeños detalles durante el juego.

Lo importante en un juego no es lo que haya ocurrido, pues ya no  puede cambiarse, el entrenador no debe dedicarle tiempo a lo que ya ocurrió, sino que debe preocuparse por lo que esta ocurriendo o puede ocurrir en el resto del partido.

El  enfoque debe ser objetivo, constructivo y positivo.

Es muy importante dirigir equipos de jugadores jóvenes con el objetivo de poner en acción lo que se practico con máxima eficacia y especial detalle a los fundamentos.

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Sobre el autor: Uno de los entrenadores de mayor trascendencia tanto en el baloncesto puertorriqueño como a nivel internacional, propulsor de un nuevo baloncesto y la voz de los entrenadores de América ante la plana mayor del baloncesto mundial, el Sr. Víctor “Vitito” Ojeda fue entrenador del Equipo Nacional de Puerto Rico en el 1978 y posee uno de los porcientos de victorias más alto en la historia del baloncesto puertorriqueño.